y esa cintura de lec
te juro mi linda x'Pet
que te puedo hacer jetzmek
¡Bomba!
Hermosa península de Yucatán, no solo se encuentran en tus magníficas tierras la gloriosa Chichén Itzá, Tulum y Akumal, también diste origen a una cultura culinaria digna de ser declarada patrimonio de la humanidad. Mi comida predilecta por mucho, por solo nombrar algunos platillos tenemos el Poc-chuc, el Queso relleno, los Panuchos, los Papatzules, el Pan de cazón y el más conocido de todos, la Cochinita Pibil. Esta última fue la que tuve el placer de degustar en nuestra visita al restaurante Xel-Ha ubicado en la Condesa, especificadamente en la esquina que forman las calles de Michoacán y Parral.
Ambiente ameno, instalaciones limpias y cómodas, amplios ventanales y una fuente de pared al fondo que sirven de marco para deleitar el paladar con los manjares de origen peninsular. Para aquellos que no sean muy afectos a este tipo de comida también encuentran en la carta platillos de comida internacional, ya saben, consomé de pollo, arrachera, tampiqueña, ensaladas, etc.
Vania (que era la 3ra vez que visitaba el lugar) pidió una sopa azteca y unos panuchos que son servidos rebosantes de cochinita, me parece que también los hay de pollo; por mi parte pedí una rica sopa de lima, de platillo fuerte un platón de Cochinita Pibil con cebolla morada y tortillas de maíz hechas a mano, que fue tan abundante que lo tuve que pedir para llevar.
Todo esto acompañado de una chela Montejo (ni modo que pedir Victoria) y para cerrar con broche de oro un flan de queso. El total fue de una manita (500 pesotes) con propina incluida.
¿Qué si lo recomendamos? Vania y su servilleta llegamos a la conclusión que sí, ampliamente.
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